5/10/06

El mar que nos lleva

Un instante de quietud, un momento de tranquilidad, una paz infinita en el alma. Que fácil sería poder conseguirlo y que complicado es realizar nuestros anhelos y fantasías. Cuántas lágrimas derrochadas en un pozo que no se llenará jamás. Cuántos sueños rotos en el espejo de nuestra propia existencia. Qué quedará de nuestra alma cuando el silencio nos impide oír nuestros deseos más ocultos.

Sentada, mirando a través de la ventana, cuelgan mis pies en el abismo de los recuerdos. Cuántas mentiras nos creímos, cuántas falsedad anidó en nuestro corazón para terminar haciendo enjambre de avispas. Quién vendrá a salvarnos, a no dejarnos caer, a no permitir que nos abandonemos en mentiras. Ya a nadie esperamos, ya nadie vendrá, ya nadie nos hará libre, ya el telón cayó y con él todos nos perdimos.

1 comentario:

Alfie dijo...

Examinando con quietud descubro ante mi otro magnifico verso.Pareces haber descubierto la famosa piedra filosofal la cual te inspira para crear estas lineas.
Quizas este ultimo sea de un tono mas triste que el resto,aunque no por ello exento de calidad.
Yo no recuerdo ningun verso ni ningun dicho popular,aunque te dejo uno de Marx que siempre me gusto: "Nunca perteneceria a un club que me tuviese a mi como socio"

Groucho Marx