Horas felices
Hoy la felicidad ha llegado a mí de ese modo oscuro y absurdo que siempre llega; una tarde cualquiera te sientas a esperar que pase la tarde y sin embargo, es la vida quien llama a tu puerta.
Porque sólo los pensamientos se deben quedar en el aire
Hoy la felicidad ha llegado a mí de ese modo oscuro y absurdo que siempre llega; una tarde cualquiera te sientas a esperar que pase la tarde y sin embargo, es la vida quien llama a tu puerta.
Publicado por Omerta a 5:50 p. m.
Etiquetas: Llegando al final de un empiece
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