Cuanto cuesta salir de uno mismo, romper con todas nuestras mentiras, liberarnos de nuestras cadenas y poder encontrar la libertad. Ser capaces de ser sinceros con nosotros y aceptar nuestras bajezas nuestra debilidad y nuestros errores.
Pero, hay momentos en nuestra vida que alguien te da la oportunidad, te deja ser tú, no le asusta tu verdad, no tiene miedo a tu parte más miserable ni más ruin. No rechaza tu mirada y aún así te brinda su mano para que puedas hacerte fuerte, para que puedas salir de tu pozo, para que puedas aceptar tu realidad sin miedo. Y por un instante abres tu pequeña caja de Pandora con toda su furia y su odio. Pero en medio de ese frío sigues sintiendo la calidad de su mano, de su calor.
3 comentarios:
Buenos días, guapa. Me ha gustado mucho tu relato. Pasa un lindo día. P.D. Muy bien traido el artículo. Sabes que pase lo que pase. Aunque me enfadé un poco :) siempre me tienes para ayudarte en lo que necesites.
Bueno, he metido la pata. Aunque nada tuviera que ver conmigo (esto me lo tengo merecido y una curita de humildad siempre viene bien) :) Besote
Mira que no suelo contestar y esas cosas, pero no puedo reprimirme.
ERES UN CREÍDO :D
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