Oscuridad entre mis sueños

Un sonido resuena en mi conciencia y no sé como acallar todos los ecos que en ella se producen. He dejado de buscar para empezar a encontrar, ya he recorrido todo los lugares y ahora he parado para descansar, ya no hay más paisajes que no haya visto ni más paz en mi interior, ya todo está vacío y ya todos se termino.

Es ahora cuando me doy cuenta que el alma es corruptible y que mi espíritu está atrapado entre lo aprendido y lo olvidado, entre lo que debería ser y lo que fue.

Horas muertas y horas tardías para no dejar de sentir la ilusión de un niño infantil

Una lucha sin fin

Caminado por los senderos de sus pecados, avanzando hacia lo desconocido, lo cotidiano sin ser poseedor de su destino, sin nada que ganar y sin equipaje que acompañe su trayecto. Va bagando por ese mundo que conoce y que teme, que anhela y que rehuye. Así transcurre su existencia, condenado a un destino misericordioso, y a una realidad transformada para no sentir la verdad.

Cuántos sueños rotos, cuántos mentiras creada para disfrazar la verdad, que nubes tapan nuestros ojos para no querer ver la senda de la realidad, para creer en la mentira de este sueño sin fin. Allá en el horizonte se ve y se siente los miedos por creer en nuestra mentira más repetida, por no ser valientes y creer en la verdad

Dime tú que escuchas en silencio ¿cuándo vas a romper las ligaduras que te atan y que no te dejan salir en busca de la verdad? Será ese día el que determine el resto de los demás, de los que faltan por llegar, de los que aún no han nacido y que ya estamos esperando.

No te rindas, aún es posible el milagro!

Hoy me he vuelto a encontrar con mis más profundos pensamientos, hoy me han vuelto a atormentar, hoy las pesadillas han regresado a mí. Han regresado de la tierra del olvido, del infierno infinito de lo cotidiano y esta vez vienen a quedarse, a enraizarse en mi Yo perdido. ¿Será esta la única manera de salvar mi razón, de no caer a cada paso? o tal vez ¿me perderá para siempre en sus tinieblas y en sus ensueños?

Tenemos un destino trágico del qué no podemos huir, una cita ineludible a la que nadie faltamos. Sin embargo, sólo después de la nada encontraremos la mayor de las necesidades mortales.

Vagando por las sendas que recorren las paisajes conocidos, navegando por océanos sin mares, llegando a puertos perdidos para encontrar nuestro punto de partida.

Huyendo de tus sombras

Hoy la vaciedad ha llegado a mí, hoy la tristeza se ha apoderado de mi alma, hoy el tedio reina con mano firme en mi pequeño universo. Ya la imaginación se rindió imaginado una realidad más placida, ya los alegres colores se cubrieron de gris para no desentonar con mi alma, ya las risas se apagaron para no despertar al corazón helado

Todo sucumbió y nada permaneció; todo siguió su camino sin sentido y sin rumbo. En algún momento traicionamos a nuestro más elevado espíritu, a nuestro más elevado sentimiento, ahora caímos sin remedio en nuestro pecado más insaciable.

Paseando bajo el hechizo

Como un soplo de viento llego a mí, como un huracán se alejo, pero aun así, yo seguía creyendo en su piel. Yo creía en su palabra dada, en la que se lleva la brisa cálida del verano, la que nos trae el vendaval frío del invierno. Yo no quería ver y aun así, tuve que ver y sentir todo ese peso sobre mí.

La senda por la que partir se borró con la marea, por el influjo de la luna, esa misma que antes nos había guiado, esta vez, incluso ella nos abandono. No quiere ser testigo de nuestra desesperación, de nuestros más bajos deseos. Ella se mantiene lejana y sombría, altiva sin dejarse ver, sólo evoca su magia cuando está a solas con su espíritu.

El sol que no cesa

En un momento saldrá el sol, en un instante se irán las sombras, en cualquier instante la vida volverá a su ser. Ya nadie queda en el amplio corazón de mí yo eterno, ya la nada lo cubrió con su manto de horror y de errores, para tapar la única vida que había dentro de él.

Por caminos sin senderos baja la ilusión a encontrarse con su alma. A recibir la luna llena de una fe que se perdió hace demasiado tiempo, pero que todavía no se ha ido.

Playas de calor y de armonía, por ellas mi alma corría y en ellas sólo podía ser feliz. Ahora ya no hay orillas por las que pasear, ni mares por los que surcar, ni tesores por descubrir; ya sólo queda el manto pesado sobre las estrellas perdidas en cielos lejanos.

Un final sin principio

Sería cierto que en un lugar muy lejano me encontré, sería real que en un lugar muy cercano me perdí, sería por eso que ya no hay lugares para recordar.

En algún lugar debimos perder nuestro más preciado bien, en algún momento debimos encontrar nuestro más dichoso sueño. Pero al buscar con ojos cansados y sin esperanza sólo hallamos la desesperación de nuestra alma. Reptando por el suelo lleno de fango, acumulando tu tristeza en tu alma dolorida, huyendo de los lugares conocidos para entrar en el mundo de los fantasmas. Como cada tiempo de realidad y de mentiras, como cada oda al tiempo pasado, como cada fantasma de un tiempo perdido, así volamos hacía el futuro de nuestras pesadillas. Seríamos todos los espectros de nuestra más sincera realidad, de nuestros más falsos sueños; nunca perdimos el paso de nuestro ritmo pausado.

Días de Esperanza

Como la corriente que nos arrastra, como el viento que nos lleva, así caímos todos en nuestros recuerdos. Quieres escapar de ti mismo para no mirar más hacia el vacío, quieres saltar dentro de ti para no caer nunca fuera de tu alcance.

La vida pasa lenta ante tus ojos sin poder tocarla, avanza sin que puedas retenerla sin que puedas pararla. Es tu vida y avanzas sin ella. Baja ausente sin querer atender a razones. Cuantos sueños, cuantas veces te has tenido que inventar, cuantos días tu mar ha pasado por tu orilla deshabitada.