Sobre todo y sobre nada
Todo cambio con el soplo de viento que recorre mi alma, todo se esfumo con la brisa del atardecer, todo volverá a ti al caer el manto brillante de la noche. Sabíamos que no duraría mucho, sabíamos que todos sucumbirían que no habría vendedores solo vencidos. Pero aún así queríamos una nueva realidad una nueva carga de explosión y de vida hacia el más allá.
No quisimos creer cuando se nos dijo, no quisimos pensar cuando todo acabo, no supimos escuchar y ahora ya es demasiado tarde para creer. Estuvimos todos equivocados, todos erramos en nuestro pronóstico, nadie nunca supo que era aquello que vendría hacia nosotros y que al final nos arrastro. Asolaron nuestros caminos, destruyeron nuestras almas, nos dejaron sin pasado y sin futuro en medio del abismo; pero fuimos fuertes, fuimos grandes y caímos de pie.
Cada paso se llevó nuestros sueños, nuestras esperanzas y toda la realidad de nuestro futuro. No quedo nada que contar, nada que ser, sólo nuestro propio destino roto en mil pedacitos de inquietud.